¿Otra vez San Glorio?
La estación de esquí tres provincias, un ángel redentor para una malograda Comarca que no ha sabido adaptarse al s.XXI pero que gracias al neoliberalismo podrá regresar al edén.

Creíamos que con la estafa económica que padecemos se olvidarían de panaceas urbanísticas basadas en el ladrillo, pero no. Aún seguimos insomnes con la estación de esquí, horizonte de empleo y salvación para la Montaña Palentina. Ese proyecto cuyo único escollo, argumentan algunos/as, es el Parque Natural y los maléficos ecologistas, por supuesto foráneos.
La realidad no es nueva. Una macro construcción al albor del dinero público y la empresa privada que no llega. Una promesa, para los que pueden prometer, que garantiza unas buenas legislaturas si se sabe manejar la ambigüedad. Una nueva droga legal con la que endulzar el paladar de más de uno/a.
Los que sufrimos del síndrome de Casandra, aquella que auguro la caída de Trolla y a la que nadie creyó, nos atrevemos a predecir el caso. Seguirán con la ofrenda hasta que hartos de chocar con la realidad acusen de su fracaso a la masonería internacional o bien lo consigan, destruyan nuestro patrimonio natural con el dinero de todos/as para más tarde ser rescatados, nuevamente, con el dinero público, todo sea por el empleo. En ambos casos, mientras cae Trolla, los domadores de caballos seguirán en sus tronos.
Tras un siglo explotando las plusvalías de nuestro carbón, nuestro cereal, nuestra energía… quizás sea hora de entender la realidad de la Montaña Palentina, olvidar panaceas y conquistar nuestra soberanía como trabajadores para demandar democráticamente empleo de calidad, estable y digno. Exigir vivienda por derecho, servicios garantizados, educación 100% gratuita, sostenibilidad energética, conservación de todo nuestro patrimonio, creación de un ocio alternativo y un deporte real. Quizás tomando todo esto último como base, podamos construir un futuro posible, o quizás no ¿Tu qué opinas?

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