#22M desde Aguilar de Campoo

Salimos de Aguilar de Campoo, 12 personas, a las 6 de la mañana, como estaba previsto, en los autobuses procedentes de Cantabria, a 22 euros el billete. Tras la parada de rigor, llegamos a Aravaca sobre las 11 de la mañana. Allí nos juntamos con el resto de la Columna noroeste, quienes acudieron en bus y andando desde Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. Unas 6000 personas, aproximadamente, comenzamos el camino hacia Madrid. Cruzamos junto al mítico puente de los franceses, la ciudad universitaria y fuimos recibidos por 1000 estudiantes en la puerta de Toledo. Desde allí, pasando por Moncloa, llegamos a Plaza España, donde comimos.
Tras el reagrupamiento de gran parte  de la UJCE, fuimos por la Gran Vía, pasando por Callao y Sol, rendimos homenaje a los abogados de atocha, y, ya bajando, llegamos a la plaza del museo reina Sofía.
Los más de 90 integrantes de la UJCE-CyL, nos dispusimos para la manifestación, desde las 4 de la tarde, en el cortejo estudiantil. Comenzamos el recorrido de Atocha a Colon a las 5, aproximadamente, llegando a los alrededores de plaza sobre las 8, 3h para recorrer 1800 metros. Apenas pudimos escuchar el manifiesto y rápidamente tuvimos que partir hacia los autobuses de vuelta, que nos esperaban en el parque cercano a la puerta de Toledo.
Andando, en gran parte por el cierre de la estación de Colon y también por el cerco policial, accedimos al metro en Alonso Martínez  y de allí, abarrotado el convoy por manifestantes, llegamos a Moncloa. Esperamos hasta las 9:45 de la noche y comenzamos el largo viaje de regreso. Llegamos a nuestras casas a las 2:30 de la madrugada.
Más de 20h de viaje y manifestación, con sus alegrías y sin sabores. Alegrías por la gran capacidad de respuesta mostrada por el conjunto de la UJCE-CyL, así como el resto de las Juventudes Comunistas. Satisfacción, del mismo modo, por el casi millón (siendo realistas) de personas concentradas en Madrid por la dignidad de los trabajadores. Pero también debemos ser conscientes de la baja coordinación y organización que dio como fruto los disturbios con los que culmino el día. Es cierto que la policía cargo aún sin terminar los permisos pero nada que no pudiera estar en el guión. Sabemos que la policía infiltra gente, los conocemos, sabemos tantas otras cuestiones que producen disturbios cuyo objetivo es ninguno. Podemos impedir esta clase de finales y también organizar la respuesta frente a las unidades de represión estatal. No renunciamos a ningún camino en pos de la Revolución pero tampoco al desahogo como objetivo. No nos corresponde ir más allá en este artículo, solo terminar esperando la pronta recuperación del vecino de Aguilar de Campoo que resulto herido en los enfrentamientos con la policía y que fuera de mayores interpretaciones, corrió la suerte que, desgraciadamente, es fruto de la desorganización citada anteriormente.
 

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